Crecimos y crecemos
en una sociedad que está
en un continuo vaivén,
donde las teorías del ayer
son refutadas y se crean
nuevos paradigmas.
Nos enseñan del ayer
para tener un mejor mañana.
Pero eso no es del todo cierto:
Yo crecí pensando,
como me hicieron pensar…
Que sólo usamos el 10%
de nuestro cerebro.
Y la verdad es
que sólo usamos el 10% de nuestro corazón.
Y nadie nos enseña a explotarlo…
hasta el infinito,
hasta socavar profundidades,
hasta morir.