Cuando el silencio abraza tu cuerpo
en el horizonte aletea el crepúsculo moribundo
y el amor se oscurece rápidamente y se vuelve
una sombra de agua.
Cuando el silencio abraza tu cuerpo
tus sienes la agujerea el insomnio
y los recuerdos enmudecen.
Cuando el silencio abraza tu cuerpo
tus creencias levantan su piel como
el suelo arcilloso en tiempos de sequía.
Y, ahora, qué? Espera.
Autor: Tibaldo Enrique Borjas Guarucano, Maracaibo, 20/08/2015