Dime, si vendrás conmigo
al bosque frondoso
que ya nadie conoce,
a admirar las mariposas azules
posárse en los juncos junto al río.
Dime, si iremos caminando
unidos de la mano
al caer el sol
besándo nuestra espalda,
escuchándo los primeros cantos de los grillos.
Dime, si esta noche
en los recodos del sendero
veremos juntos el brillar de las estrellas
si al oído me recitarás despacito
tu bella poesía,
hilada con la más fina seda roja.
Dime, si la serenidad de la luna
te cubrió con una marea de besos,
si sus brazos plateados te abrazaron
con toda su dulzura en el día anocheciéndo.
Dime, sólo dime!