Suave y descascarada,
Su alma rota reposa contra la cama
húmeda de sus lágrimas.
Intranquilos,
sus sueños,
tiñendo de negro las paredes
y la confección de mentiras que se creó
a si misma,
para mantenerse despierta.
La almohada le abraza el llanto,
Y las ganas de gritar a la libertad lejana
de sus pensamientos.