Día ansiado para los dulces enamorados,
Trajes de gala, todos bien acompañados…
Canciones de moda, una iglesia aglomerada
La emoción del aire, nadie la negaba,
Llegaba el momento de ver a la novia
Y el novio inquieto ni siquiera sus ojos movía.
Pasan las horas y el enamorado se realiza,
“Tal vez perdí el tiempo, tal vez la perdí de vista”
Ahora nadie puede sacar la tristeza del ambiente,
Y como pasaba el tiempo pasaba la gente.
De regreso a su casa el enamorado se encuentra una carta,
Lleno de impotencia y rabia, la da por abierta,
Escrita en prosa, con métrica y delicadeza,
En esta su dama, le dice y le reza,
Que por favor lo perdone, que no ha sido ella,
Mientras tanto el consumido en lágrimas solo piensa
En el hecho de haberse consumido en su pobre belleza…
Tal vez fue su culpa, ahora solo siente vergüenza,
Y ahora sabe que el amor es solo un sofisma,
De nuestra realidad en busca de la felicidad conformista…
Y ahora consumido entre la tristeza,
el hombre no lo piensa dos veces y va a su balcón,
Se acerca al borde y en un acto de amor y desesperación,
Se lanza hacia su verdadera liberación.