Loquísimo de amor, esposa mía,
-notorio que mi \"mal\" se recrudece-,
con ritmo infatigable crece y crece
a paso de gigante cada día!
Mi fuerza ascensional, mi luz de guía,
un cúmulo de estrellas ensordece
si tu alto corazón las toca y mece
con lúdica, sonora melodía.
Rendido y genuflexo te reclamo;
amantes fidelísimos, devotos,
¡mi loco corazón levita en vuelo…!
¡Concédeme, mujer, lo que proclamo!,
\"que quiero renovar, amor, los votos
que un día nos hicimos bajo el cielo\".
Gonzaleja