Y seguimos caminando
por la orilla del mar,
mirando el horizonte a lo lejos,
la espesa neblina
cubre el cielo azul
como una blanca cortina,
y seguimos caminando
sin mirar atrás,
pero las huellas en la arena vamos dejando,
caminos de espuma y sal, para cansados caminantes
camino de la libertad
cansada el alma, vacilante
abriendo surcos con la mirada
brilla el sol, cae la tarde
vestida de púrpura y oro,
cantando bajito viene el aire
gaviotas de terciopelo azul,
trovadóras en un escaparate
cogidos de la mano, un instante,
una parada, nos besamos
y en mil pedazos se rompe la tarde...
Y seguimos caminado
por los angostos caminos,
las pisadas ya se van borrando,
como flechas se clava el olvido,
oxidada la barca
donde un día navegamos,
corazón de agua derretido
ánsias, que el silencio pasa
despacio por la alfombra, inavertido...
Y sueño, con la mirada ausente
con aquellos recuerdos compartidos
regados con penas y sonrisas,
cultivados en el huerto de la mente
quisiera,
y a veces soy de la raza humana, un poco diferente
si hay sueños, sobran las palabras,
camino callado entre la bulla de la gente
para pasar inadvertido, qué \"carajo\"
miro mi traje, humilde ropaje
como actor, soy un desastre
y tantas veces me pregunto
mirando a lo lejos el camino,
si soy un pobre caminante
entre los perfiles del tiempo
sed en la garganta, tostado el semblante
un poco Quijote para que no se pierda
la estirpe de aquel loco
digan lo que diga la gente
que a \" palabras necias, oídos sordos\".
Nuestras huellas son camino
de esta vida día a día
en la playa del olvido
¿Si nada tiene sentido
para qué caminar, a fé mía?
Comamos y bebamos
que mañana será otro día...
Sin embargo existe la Esperanza
que todo lo puede, todo lo alcanza
que vive dentro del corazón,
dádiva bendita, un Don de Dios...