ADANS BECMAN

NUESTRAS HUELLAS EN LA ARENA...

Y seguimos caminando

por la orilla del mar,

mirando el horizonte a lo lejos,

la espesa neblina 

cubre el cielo azul

como una blanca cortina,

y seguimos caminando

sin mirar atrás,

pero las huellas en la arena vamos dejando,

caminos de espuma y sal, para cansados caminantes

camino de la libertad

cansada el alma, vacilante

abriendo surcos con la mirada

brilla el sol, cae la tarde

vestida de púrpura y oro,

cantando bajito viene el aire

gaviotas de terciopelo azul,

trovadóras en un escaparate

cogidos de la mano, un instante,

una parada, nos besamos

y en mil pedazos se rompe la tarde...

Y seguimos caminado

por los angostos caminos,

las pisadas ya se van borrando,

como flechas se clava el olvido,

oxidada la barca

donde un día navegamos,

corazón de agua derretido

ánsias, que el silencio pasa

despacio por la alfombra, inavertido...

 

Y sueño, con la mirada ausente

con aquellos recuerdos compartidos

regados con penas y sonrisas,

cultivados en el huerto de la mente

 quisiera,

y a veces soy de la raza humana, un poco diferente

si hay sueños, sobran las palabras,

camino callado entre la bulla de la gente

para pasar inadvertido, qué \"carajo\"

miro mi traje, humilde ropaje

como actor, soy un desastre

y tantas veces me pregunto

mirando a lo lejos el camino,

si soy un pobre caminante

entre los perfiles del tiempo

sed en la garganta, tostado el semblante

un poco Quijote para que no se pierda

la estirpe de aquel loco

digan lo que diga la gente

que a \" palabras necias, oídos sordos\".

  

 

Nuestras huellas son camino

de esta vida día a día

en la playa del olvido

¿Si nada tiene sentido

para qué caminar, a fé mía?

Comamos y bebamos

que mañana será otro día...

Sin embargo existe la Esperanza

que todo lo puede, todo lo alcanza

que vive dentro del corazón,

dádiva bendita, un Don de Dios...