Me enamoré de un hombre
que sí sabía amar una mujer,
que veía que ella era una flor sensitiva.
Que era sacrificada madre, esposa, niña...
De ese hombre que daba valor al sexo débil.
Que no era sordo a sus sueños, penas, ni inquietudes.
Me enamoré de un hombre,
que tocaba a la mujer con sus lienzos finos.
Nunca mancillaba su cuerpo;
jamás le disparaba palabras que hicieran morir sus huertos.
Me enamoré
de un hombre con hache de verdad.
Que nunca la hacía sentir menos en su palacio real.
Que la elevaba a la categoría de reina
a quien había que respetar.
Él no necesitaba gritar ni pegar,
para hacerle sentir que era suya;
¡La atraía presto, con sus lazos de amor y de ternura!
Me enamoré de ese hombre
que supo ver todas las extensiones de mi ser
que no veía solo mis cáscaras de belleza
¡Ese hombre veía más allá!
Me enamoré de ese hombre
que en sus florestas finas
sabía conquistar mis blondas de mujer.
Que supo en su lagar
llenarme de todos los frutos deliciosos de su vid.
¡Ah, en sus bodegas me sentía valorada, amada, respetada!
¡Ese hombre si sabía
conquistar a una mujer!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú
Derechos reservados de autor
21/08/2018
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