23 agosto 18 10:57p.m
La lluvia refresca
la memoria de los heridos.
Era tarde y preguntaste
¿A qué le temes?
A nada, respondí.
Y ahora que te me fuiste
veo que le temía a perderte.
A dejar de verte los ojos
y de soñar con tu pestañear.
A dejar de ver tu sonrisa tierna
al tocar tu mejilla.
El temor llegó sin aviso,
como llegaste vos
de imprevisto.