Debajo de un frondoso Samán
sintiendo el caer de sus flores ,
preguntaste ¿Por qué me respetas?
¡Anda y besa!, como Dios lo manda.
Al tener tus ojazos tan cercanos
y sentir el dulce aliento de tu boca,
liberé a mi pasión que violenta y loca
hasta tus oídos me llevó las manos.
Te atraje hacia mí, te besé con ternura
más tu mirada me indicaba otra cosa,
me besaste con fuerza portentosa
y mis manos se fugaron a tu cuerpo.
El beso de amor parecía eternizarse
mis manos viajaban acariciando tu pecho,
no fue el primer amor, eso es muy cierto
pero si el beso que nunca ha de olvidarse.
BELLOSRECUERDOSTEAMO
©Violeta