La urbe se constipa y se intoxica
en ondas fluye su balbuceo
de insólitos fonemas carbónicos.
Nadie anda con el paso del disfrute
del placer, del encanto
de la danza que jovial enlaza los destinos.
El gentío discurre a borbotones
arrastrando las hilachas que son sus restos
portando con angustia los últimos hálitos..
Algunos tímidos se hacen señas
y gestos de impaciencia
como expresión de fastidio intolerante.
Otros hablan entrecortadas frases de protesta
sin esperar respuesta
sin comprender qué dice el vocerío.
La urbe vive en medio de una pesadilla
hasta caer rendida por el insomnio
de sus eclipsada demencia, la urbe esquizoide,
avanza triste y paranoica, la urbe requiere
ser atendida en UCI…
Copyright © Rodolfo Dondero Rodo
23.08.18