Mujer
Eres tú,
la que quiere,
amar con el corazón,
y encierras,
tú,
y más aún y entre la candidez entre los arbustos de mis hombros, y me haces delirar la aventura de ser por tí, eres mujer, y deliro por tí, cuando soy y se desparrama todos tus delirios, cuando en ser lo que crees ser, y en tu dulce cintura tienes el vaivén de bailar lo que quieras tú, cuando corras hacia mis brazos, y te des cuenta que soy para tí, el único pedazo loco que te ama, y nunca te abandona, y eres tú mi ilusión, cuando doblegas la razón amándome,
y
en
tu
cintura,
que me vuelven loco
tus caderas de mujer atrevida,
cuando encierro el ademán tan frío, e imprudente, y cálido,
cuando corro a ser lo que crees que soy, un dulce y amoroso,
porque eres tú la que me hace ver el cielo y el infierno, y más,
en tus caderas que perfilan el
correcto lenguaje del amor, amor,
para luego correr hacia a tí, para llenar mi manera de tí, porque eres tú mi flor, amor, para venerar con tu aroma, y si marchitas no tendré a quien a amar fuera de esta soledad, no veré el azul de mis ojos, cuando lejos quede el calor, caminar a tí contra nada, cuando caiga la noche fría, y seré de ti, cuando veas, la flor que tengo para usted, y en la oscura noche y sientas, el temor de ser por tí, algo,
tan especial como una rosa, y en huerto cosecharé para tí,
lo que eres tan hermosa, porque eres mi gran ilusión,
desde que corres mi gran imperio de mis ojos, desde que el tiempo cayó,
como gotas de dolor, hasta que soslayó el tiempo,
porque eres como la piel, y sin sentir eres como la rosa…