Estrella
Estrella, mi pequeña gigante estrella
Qué confuso es sentir e intentar olvidar al doblar la esquina que dirige a tu casa, y llevar el palpitar de tus labios en los míos, como si pudieran recordar nuestras carnes musitar palabras escritas por otros y por nosotros.
Te escucho y te siento, y te anhelo porque tu cuerpo es un templo, un universo en el arte, lejano y tangible como la nieve, súbita y tenue que arde en mis manos dejando su rastro doloroso pero misericordioso.
Hummm... te huelo, tu pelo, tu cuello, y en el oscuro rincón veo tus ojos cerrar cuando mis dedos, inquietos, dibujaron tus labios. Sigo contando cometas, figurando nubes y atisbando la ficticia y colorida estela del sol, sosegada en rayos cambiantes iluminados por tu rostro.
Solo espero, mi Estrella, que tu destellar de encantos aún en la penumbra perpetúen la luz que da vida en cada paso, nuestros pasos.
- Sergio Alejandro Castro F.