Alógenos, luz que a la noche implora
afilándo la mirada en el silencio
afeitando del tiempo la palabra
haciendo bisagra el pensamiento
África descansa, soñadora
esas palabras gramaticales
que se agregan a diario
almacenan vaguedades
en un triste calendario
colgado en la pared , relicario
piezas sencillas de ajedrez
para ahondar en el pozo alejandrino
cabalgando directo hacia el alba
somos albañiles que construimos
muros de bronce, alcalinos
somos la alcuza que engrasa
el molino de la ignorancia
criando telarañas en el alero
nota fugaz de una guitarra
alfilez perdido en el sendero
hay una magnolia que se abre
en un jardín de la Alhámbra
gotea el aroma en la tarde
a la sombra de un algarrobo
descansa el alma, tengo hambre
y almuerzo mi propia pena
silva el viento, madre
hay un jarra de alumio donde todo cabe
Amado Nérvo, tu lo sabes
la locura en la alacena
antagonista el agua mira
las antípodas con anteojos
a lejos, se le antojan rastrójos
danza el anzuelo, el pez se escapa
una capa es la que todo lo tapa
apedreámos la inocencia a diario
ponemos en un aprieto la compostura
somos paletos con delirios de sabios
locos con pañuelos de seda
que amordazan nuestros labios
y en archivo guardamos las cosas feas
que se amontonan en el átrio
polillas vestidas de blanco armiño
Arquímedes inventando la polea
que saca el agua en el pozo del patio
y tiene cuerda para rato esta eterna filosofía
que convierte la arqueología en arrebato
o en un estudio de asimetría
articulo de lujo para los sabios
que en ascensor de oro suben cada día
a guardar su ignorancia en un armario
asignatura pendiente, la humildad
esa que se escapa a la razón
y es un atuéndo que se alquila
en subasta, al mejor postor
en la cátedra hay audiencia cada día
la sabiduría no tiene la palabra
a saber, si la tiene usía
me cargo a cuesta un costal de melancolía
¡ Gracias a Dios, que llevo la vaca puesta !...