el viento sopla y resuella un cálido aire,
cual aliento de hombre que de la batalla viene.
La noche negra salpicada de estrellas,
aguarda a que los amantes ardan junto con ella.
Y espía y aprende quiere emularlo todo,
para que al llegar su amante el viento,
se hagan uno solo noche y viento.
Y espera sin perder la calma, sabe que el tiempo
no es importante,
pues algún día a de llegar su amante.
El viento es imprevisible como el amor que los une.
Víctor Suárez