¡Hermosa mañana, de primavera!
El toro recorría la pradera,
entre hermosas arboladas, de sentires,
de roble, sauces y olmos;
y frescos pastizales, de recuerdos,
de la verde ladera.
¡Hermosa mañana, de primavera!
Ha orilla del lago, los lobos
bebían, gota a gota, el sabor de la ternura.
En un reflejo, de aguas cristalinas,
pura de deshielo,
se dibujaba
la gracia de la vida y el amor eterno.
¡Hermosa mañana, de primavera!
Mariposas jugaban en los jardines
de frescos rosales y tulipanes;
Mientras las abejas buscan,
los tiernos polen que allí
reposan junto a la pradera.
¡Hermosa mañana, de primavera!
La fauna y flora de la hermosa Patagonia, que en mi sentir habitan,
se dibuja en mi alma, que es siempre una primavera.