Sé que la vida te llama
a luchar contra ti mismo,
a sentir como la llama,
a caer en un abismo.
Luchar en la guerra fría,
en esa que fue ganada
por aquellos que un día
compartieron su gran nada.
Sentir el frío helado
de unos versos hechos ramas
y llorar, siempre callado,
en los brazos que reclamas.
Caer con esta nostalgia
en la trampa de Cupido,
o caer en la neuralgia
de verte en el olvido.
Escribir cerca del alma;
entre un verso forzado,
una esperada calma
y un bolígrafo cansado.
Sé que la vida te reclama
para luchar contra ti mismo…