Estoy profundamente rota,
enteramente sola.
Siempre lo he estado,
no es algo nuevo,
por esto ya he pasado.
Suelo enumerar a diario
al menos una razón para seguir andando,
en este ritmo de vida rutinario.
Sólo una razón para no acabar con todo,
para no arrojarme al vacío sin pensarlo.
Pero se me acaban las razones,
al igual que mis opciones,
y las ganas, y el aliento,
mi cuerpo se desvanece de agotamiento.
Se me agotan los pretextos,
y mis fallas han superado todos mis aciertos.
Cansada de escuchar \"todo mejora\",
cuando nada lo hace, pero sí empeora.