Cualquier regalo que pudiera darte,
sería poco para compensarte
por todo lo que tú me has dado.
Pues tener tu cariño diario,
tu sonrisa constante,
tus abrazos tan cálidos,
no se pagan con ningún regalo.
El regalo me lo llevo yo
cada vez
que tus ojos me miran,
que tus brazos me arropan,
que tus labios me rozan…
¿Cómo puedo compensarte
por cada momento vivido contigo
haciéndome tan feliz?
No encuentro regalo en el mundo,
que pueda decirte por mí,
que cada día que paso contigo,
soy un poco más feliz.