FELINA

ME QUEDÉ CALLADA

ME QUEDÉ CALLADA

Antes de marcharse
me sació de besos,
me dejó su mirada 
atornasolada,
en mi alma sembrada 
la esperanza.
Tatuó en mi cuerpo
la paz de la alborada,
sus caricias llegaron
a tocar mis huesos...
Se fue sin decirme nada
y me quedé callada...
viendo cómo se marchaba.
Fue eterna mi espera...
viendo pasar los meses,
los años, muchos calendarios,
también los desengaños.
Los sueños se desgranaron
igual a un rosario sagrado
y comprendí, que era su despedida
y el ser que me había amado,
ya no estaría más en mi vida.
Felina