Mil reverencias a tu entrega
tu alma me ha cedido el paso;
por tu cuerpo puedo esperar aquí sentada,
en la sombra.
Tanta venia a tus ganas de mí,
custodiadas con celos para un día cualquiera.
También beso la mano a tu voz,
por deshilar tus secretos y dolores con la paciencia sumada de una era.
¡No te calles!
Llevo oídos hasta en los poros,
no quiero perderme ni tus pausas,
ni tus respiros...hasta en tus suspiros siento el eco de tu pena.
Me inclino ante tus adioses no queridos,
ante tus cambios de humor por amor dolido.Aplausos a tu aliento ebrio y desinhibido,
que me confunde entre sombras y harapos...
con tantas ellas.
Soy náufraga de tu pasado,
polizonte de tus ahora y en el futuro no pienso;
que cada aurora sea nuestro mañana.
¡Mil reverencias a tu amor!
Registro de autoría 1712095059120.