La dificultad de la despedida no se puede subestimar,
si costaba partir de su casa
aun sabiendo que al día siguiente le iba a encontrar.
La gravedad del asunto
es directamente proporcional a la gravedad del planeta en mi cuerpo,
y voy más lento…
aumenta en lugares donde hay recuerdos
y se radica en la garganta.
Estoy necesitando la fuerza de Atlas
para cargar el peso de mi mundo sin ti.
En ninguna materia enseñan que
la distancia duele,
ni que las ausencias son duras y pesadas
como piedras oprimiendo el pecho,
y dicho peso lo determina el ausente,
si estuvo presente
por un tiempo bueno y un buen tiempo,
en tu caso ambos.
Bien sé que todo lo malo mengua
y es la única manera en la que el tiempo es bondadoso con nosotros,
valiéndose de la fragilidad de la memoria para disminuir la frecuencia con la que llegan las ventiscas de recuerdos con ciclones de nostalgia, pero la intensidad será la misma si la sensibilidad no decide desvanecerse de tanto sentir.
Y no sé si en el mismo tiempo los caminos o los destinos coincidan, de igual forma deja que te diga que eres:
Palabra de aliento y aliento en la apnea aun sin decir nada.
Golpe fuerte que no lastima, que al sacudir despierta y de suerte.
Fuerza en la guerra y compañera de batalla excepcional.
Papas fritas con hamburguesa, bueno, con todo y a toda hora.
Mi vaca gemela.