Marcela Miranda Rodríguez

Arrebol de Agosto

Te miro.

Me miras.

¿Qué estará pasando por tu mente en este segundo?

 

Mis manos sudan,

y siento mis mejillas enrojecer.

La distancia entre nosotros se achica. 

 

Te abrazo. 

Me abrazas. 

¿Tienes ganas de llorar, al igual que yo?

 

Intento actuar nomal

pero mi voz tiembla

y una sonrisa se apodera de mí. 

 

 

 

Tú ríes.

Yo río. 

¿Querrás besarme tanto como yo añoro besarte?

 

Observo tus labios fijamente,

mientras tus dedos juegan con mi cabello

y preguntas: ¿Qué pasa?

 

Beso tu mejilla. 

Besas mi frente. 

Y en un susurro pregunto: ¿Puedo besarte?

 

Juntamos nuestros labios

y el mundo desaparece

sólo somos tú y yo. 

 

 

 

Arrebol de esta cálida tarde de agosto,

tus nubes rosas me confirman 

aquello que yo ya sabía.

 

Arrebol de esta cálida tarde de agosto,

tus nubes rosas son del color de mis mejillas,

y ya no pienso. 

 

Arrebol de esta cálida tarde de agosto,

tus nubes rosas me muestras sus besos,

y sólo siento.

 

Arrebol de esta cálida tarde de agosto,

tus nubes rosas lo confirman:

estoy enamorada. 

 

Arrebol de esta cálida tarde de agosto,

tus nubes rosas son preciosas,

pero no son nada en comparación a él.