Nadie es culpable de lo sucedido
ni tú, ni yo, podemos controlar
los designios del destino,
solo me toca aceptar y olvidar.
La atracción física fue inmediata
la afinidad y simpatía rápido llegó,
el deseo y la pasión la persiguió
sin saber cómo, mi sentimiento cambió.
Jugamos con el placer y el amor
acariciaste mi sexo, el tuyo me embrujó,
me abrigué en tu pecho, dibujé tu cuerpo
deseos que mis ganas nunca superó.
No sufrí, no lloré, pero si te añoré
eres el sueño que no pude alcanzar,
ese viaje de amor que no puedo olvidar.
Te siento en mis ansias de mujer
penetrando cada poro de mi piel,
te sigo deseando; igual o más que ayer.
La adversidad fue más fuerte y nos separó,
sin yo quererlo quizás tampoco tú,
por orden de destino todo a su fin llegó,
creció mi amor por ti, después que te perdí.
Hoy volví a nuestro lugar de citas
no pude ver tu rostro, pero escuché tu voz,
te sentí en mi cuerpo, nada fue diferente
solo que desconoces, lo que aún siento yo.
Si algún día el destino nos pone frente a frente
nunca sabrás que sueño, con todo lo vivido,
aunque mi cuerpo tiemble por el deseo de tenerte,
te diré simplemente, eres un recuerdo; que ya casi olvido.