Desnudos como esqueletos
oyendo los sonidos de la distancia
los recuerdos se agigantan,
arrimándose afanosos y con ansias.
Venid... pienso...
y sin aliento en el tiempo
en la abstracción total,
perfectamente consciente,
en la misma llanura,
bajo el mismo cielo,
expuestos al espacio,
los recuerdos arriban con éxtasis y locura.
Nunca los busqué...
pero, ellos se presentaron y están
arrimados y observando...,
esperando que un viento se levante
y sople hasta que me alcancen...