Una ola de cansancio
me recorre por la piel hasta el corazón.
Una duna de arena blanca
como bella silueta blanda y serena
se me hace imposible de caminar.
Se hunden mis pies
en la textura ligera,
y al llegar espuma blanca de la marea
me cosquillea y lenta se vá.
El agua fría corta mi piel enterrada
me pongo a tiritar.
Aquí, extrañándote
sin cuerda a veces donde agarrar
con mi consuelo a solas.
Ven! espíritu de la palabra
corre a mi lado a apaciguar
el oleaje bravío de mi corazón.
Susurramé al oído despacio
y tranquilamente,
todo esto pasará.
27-8-2018