Poema dodecasìlado.
Peregrinas son, de este mi valle oscuro,
rondadoras siempre fieles de mi esquina,
cual amantes lacerantes de infortunio,
que sobre mi rosa mustia son espinas,
castigadoras, de sinrazón esquivas,
y de los sentidos luz de plenilunio.
Recuerdos...
¡Cuanto atesoro sentir a los mejores!
¡Y cuanto aborrezco aquellos los deudores!
Pero, siendo indeleble huella de la vida,
consciente dudo a puertas de dolores,
¿Si conmigo irán en ciega despedida,
o servirán de burla a la mente ida?
Recuerdos...
Testigos maltrechos del fuego pasado,
dando por cierto, todo hecho de lo amado,
y llegando hasta a engañar a los latidos,
del pobre corazón enfermo y mal herido,
en los instantes finales, cuando aun cuerdo,
seràn urna de sorpresa ¡los recuerdos!
Remembranzas...
Y despierto cada dia en firme esperanza,
por ello visualizo mis remembranzas,
y encuentro alertas a todas mis memorias,
para oír de nuevo a mi corazón latir,
aunque en soledad muriendo este mi historia,
no quiero, ni puedo, dejar de sentir.
Raquelinamor
Agosto 29, 2018
Reflexiòn: Porque alguien dijo una vez, recordar es vivir, entonces, olvidar sería morir.