SaborĂ­o Parreaguirre, Marco Antonio

Oda a mi amiga Tatiana

Hay un cielo infinito detrás de tu mirada.

Tus cabellos se mueven como alas de ave que danzan con el viento.
Ante tus labios hechos de vino, caigo rendido a ellos cual posión licenciosa y me regocijo en la ebriedad que emanan.
Tú, frágil mariposa, adornas mi vida con tus colores y cautivas mis ojos con tus marcas pinceladas de tigresa.
Y esa piel... Esa piel de mármol, perfecta, fina e insuperable que con solo tocarla me convierte en la envidia de los hombres...

Eres la champaña del género, el poder hecho carne, la belleza personificada con una sonrisa y la Diosa que se volvió mujer.

 

Marco Antonio Saborío Parreaguirre.