Los sentidos dormidos en estas horas de agosto,
con estrépito de calores y sonoros colores de luces y sombras
El azul aplomado del cielo me aplasta, me aturde
y humilla mi cuerpo, doblegado y contrito.
Gritos infantiles traspasan el horizonte de mis sueños
Destellos de imágenes se presentan frente a mí
que ahuyento, en un impulso, para no pensarlas,
y resurgen, insistentes, atacando mi letargo,
rodeándome, envolviéndome de nostalgia.
Amor y dolor se deslizan entre palacios de arena
Pasiones y recelos flotando sobre las aguas bravías
Llantos y risas planean en el aire, como nubes,
y reavivan los sentires de aquellos lejanos días
Recuerdos…añoranzas…sueños...deseos…
Pero ya no quiero recordar.
Ya no quiero pensar. Ni siquiera soñar.
Duele demasiado ese tiempo en mi torso marchito
Pesa ese cielo de cemento en mi cráneo repleto
Sólo aspiro a sentirme viva un minuto más