Hoy se cumple un día más sin saber
¿dónde estarás?, sin recibir dos o tres
mensajes de más.
Te puedo contar que cada despertar
lo primero que hago es tomar el celular.
Si pudieras ver la triste expresión de mi cara,
cuando lo único que suena es la alarma.
Y te puedo contar que respiro profundo, y
me pregunto ¿dónde, dónde estarás?
pero el silencio me recuerda que no existe
respuesta.
Cada mañana pareciera que no cambia,
la misma hora al despertar, buscar el
móvil y ver que tu mensaje no está.
Quiero contarte que hoy desperté cinco
minutos tarde, no mire el móvil y no pensé
en ti, salí de casa, me desprendí de
lo que por ti sentí.
Debo hacerte saber que ya han pasado
varios días desde que aprendí a olvidarte
¡pero! En ocasiones tu recuerdo me invade,
me pone triste saber que no estás aquí.
Las canciones ya no son baladas, es un
gran avance, debemos reconocer que
esto no iba a ser fácil.
Quiero que sepas que a pesar de que no
probé tus labios, en miles de sueños
logre besarlos.
Aunque jamás toque tu cuerpo, existen
noches que abrazo la almohada y siento
que en ella, se encuentra tu fragancia.
Aun cuando jamás me mire en tus ojos
siempre fueron lo más bello que la noche
me tenía reservado.
En miles de ocasiones te abrace y bese tu
frente mientras dormías, quizá jamás lo
sentías, pero más de una vez te hice mía.
Podrán decirme loco por quererte sin…
tenerte, pero no necesite verte para saber
que eras tú… “con la que deseaba estar siempre”.
Te juro que lo estoy intentando, pero no es
fácil el desprenderme del sueño de
amarte eternamente.
Hoy me verán sonriendo al mundo,
sin saber que en el fondo tengo…
un corazón partido.
Voy despacio, siempre la frente en alto, y
hoy continuo algo cansado, ¡pero prometo
que mañana seguiré sanando!.
Solo vine de paso a dejarte mi último
poema y decirte que conocerte me hizo,
¡quererte de una manera extrema!.