Un dorado reposo (Alejandrino a una obra de Leonid Afremov )
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Los colores resaltan, sobre un lecho cualquiera
el desnudo perfecto de una espalda soñada,
nadie sabe que mira, nadie sabe que espera,
quizá esconda el secreto su borrosa almohada.
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Un destello amarillo que produce ceguera
desespera las sombras con su capa dorada.
y un crisol de pinturas sin patrones siquiera
son fugaz compañía de una musa tumbada.
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Solo el rostro se esconde del brutal colorido,
que se adueña de todo dando un aire vistoso.
Todo es grato a los ojos, todo tiene sentido.
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Al final los pinceles solo muestran lo hermoso;
una piel sonrosada sobre un fondo vestido
disfrutando en silencio, su dorado reposo.