Aquel día que por accidente
quedé entre tus brazos
no sé si llamarlo destino o casualidad
pero la verdad,
cambió mi vida para siempre.
Me miraste, sonreímos y me atrapaste
cada día buscaba la manera de acercarme
de descubrír si fue magia o tan sólo un instante
no imaginaba que iba a enamorarme.
Más ahora cada vez que te veo,
recuerdo el día de nuestro primero encuentro
el que chocó nuestros cuerpos
y entrelazó los sentimientos.