En ese momento sentí que con una sonrisa tuya el tiempo se me haría relativo, esperando comerte a besos de nuevo, esperando compartir un café semidesnudos en la cama. Entonces entendí que a veces tenemos pequeños momentos de disfrute, momentos cortos solamente. Ahora intento alargar los con recuerdos, ver si duran hasta el inseguro próximo encuentro.