Ya no soy el mismo,
no, ya no soy el mismo.
Hace unos años atrás
juraba por dios
que me iba a devorar
a la vida y a los sueños.
Hoy estoy seguro que no
podré hacer cosas grandiosas,
que no me inmortalizaré en
la historia y que seguramente
no soy el amor de nadie.
Hoy estoy seguro que
la vida me devoro a mí.