Ahora me ahogo
con tus ladridos de agua
que salpican mi desconcierto
entre rutilantes alaridos.
Ahora me perdería
tras beberme
un vaso colmado de futuro
y quemaría raíces
y troncos
pirámides y museos
sin volver la vista
atrás.
Ahora mi moteada
y traducida esperanza
tanto tiempo inmóvil
se bajaría de la carroza
y se haría cantante
...tal vez de ópera.
(En: La Sal del Tiempo. Editorial Huerga y Fierro, Madrid, 2008)