Suave brisa que acaricias mi rostro,
ven y vuelve a enseñarme
que la vida es una alegría
con unos ojos verdes que me miran.
Dulce llegada del amor,
llamas a la puerta
y te quedas hasta
que te abren.
¡Oh, corazón!¡Mi corazón!
¿Qué tienes alma mía?
¿Dónde está tu brillo?
Despeja esas dudas,
no te preocupes más
y mira al cielo que en cada nube
hay una sonrisa escondida
y un sueño que no termina.