Sé que palparás tus sienes,
ya que querrás comprender
por qué conmigo sostienes
el peso de mi niñez.
*
Y es que niño quiero ser,
el alma purificar,
y contigo navegar
abarloado, mujer.
*
Deberías entender
que mi sueño está en tu mar,
y no tienes más que hacer
que dejarte navegar.
*
Yo seré el aventurero
que en tus confines recale,
al que confieses tus males,
y el que explore tus paisajes.
*
Subiré lo inaccesible
de tus más altos perfiles
donde quedarán mis huellas
grabadas en tus marfiles.
*
Se derretirá la nieve
de tu bravura indomable,
y veré que el agua cae
sobre el verdor impensable
de tus contorneados valles,
que encauzarán las vertientes
donde nacieron los ríos
de tu oriente a tu occidente.
Y sin nada que oponer...
permitirás que sean míos.
*
El Despi.