DULCE DESPERTAR
Eres un dulce colibrí,
libando de los pétalos,
los que se desprenden
en cascadas,
de mis labios, humedecidos,
con el almibar de tus besos.
En los ramajes de mi cuerpo,
cuelgas tu ternura,
para calmar la sed de caricias,
que en avidez mi ser reclama.
Permites que me acurruque
en tu pecho palpitante,
para prodigarme tu calor
con los destellos de tu amor...
¡Despertando las mariposas incipientes
que dormitaban en mi vientre!
Felina