Un hermoso querer que te aliente…que
no mire al ayer, ni cuántos frecuentes
caballeros te han besado, ni tentado fuerte,
que él pueda eliminar con sus besos y su mente
todo arañazo de un foráneo intransigente.
Un hermoso querer que no coteje,
que vea que eres singular y diferente
y que ese regalo fino de tenerte
no lo va a malgastar por otro fichaje corriente.
Un hermoso querer que te acurruque afluente
en tus lunas llenas de quebranto recurrente
oculto, que sea la primavera aliciente
de tus días , que junto a ti mire alegre
auroras aunque esté lejos y ausente.
Un hermoso querer que desviva valiente
dando fuego a la fragua ardiente,
que sea el romance de tu vida siempre
y que te sientas protegida por ese
deseo único y bienoliente .
Un hermoso querer original e imponente
que con orgullo y fervor te mime y bese
sin escatimar si estás en temple
desmaquillada, y que tú figura este
sensual aunque esbelta no te contemples.
Un hermoso querer donde no interese
que las estrías, ni las canas lleguen
que para él la película huella deje
y sea lo más tierno en su mente
y en el universo existente.
Un hermoso querer cuan consciente
galán tenga finamente patente
que lo que busca es una dama paciente
irrepetible y genuina y no una desluciente
plástica mujer, fría Como un juguete.
Un querer, amigo pacífico, congruente
en los cálidos y frescos amaneceres
y que en los desvelos en Amberes
sea el fuego y apasionante fuente
de tus quimeras que emprendes.
Un hermoso querer, genial, creyente
y empático es lo que en aumente
una mujer anhela y requiere
en este innovado tiempo presente.
Mariana Gutiérrez, Agosto 2018