Paz interior, soledad, naturaleza,
ramas que se mecen suavemente
haciéndonos sentir su belleza,
acariciando cuerpo y alma
a la mente traen la calma,
que tanto necesitamos.
Mientras se escucha trinar las aves,
en el medio de la nada,
y a lo lejos ...una cascada,
nos hace oir su voz,
delicias que esta vida
nos regala con amor.
Y jugamos con la imaginación,
inventando mil historias del corazón,
inmersos en este paisaje imponente
que con hilos invisibles...
teje telarañas de amor increibles,
de hadas y duendes, caballeros andantes,
pintando mágicos pentagramas de colores,
mientras sentimos esta paz inmensa
cubriéndonos con su grandeza,
y nada mas necesitamos...
solo tararear una dulce canción
que haga soñar al corazón...
esta es mi realidad... no es imaginación...
¡¡Gracias vida por regalarnos la creación.!!
Maria Hodunok.