Rebosa cada día, se llena
en la fuente del corazón
allí donde el alma se serena
entre la fresca hierba
en una tarde de sol
o en una mañana de niebla
allí en un rincón
donde el pensamiento tiembla
a veces risas, otras veces dolor
no tiene prisas, pero está siempre llena
la copa del amor...
Cuando se cruza tu mirada y la mía
cuando florece el jeráneo en el balcón
cuando enamorados, se dan el pico
en las ramas el gorrión
y se cae la sonrisa de un ñiño
cuando crece fecunda la ilusión
allí en lo alto de la colina
a la sombra de la vieja encina
brota la fuente del amor
que nunca se agota, llueva o no
allí lleno yo cada día la copa
allí se refresca el corazón
la luz brilla en la mirada
vuela un beso sobre una flor
una caricia, una palabra sencilla
un fuego encendido, un bordón
las manos los dos cogidas
es alma es una gran avenida
donde cada día te cito yo
y donde yo te convido a beber
la copa del amor
la mano en el corazón, sangra la herída
de caricias compartidas, de sueños
que se llevan en el zurrón
de una esperanza ya añeja
pero con el mismo sabor
cantan alegres las castañuelas
entre los nardos crece la hiedra
los cimientos son de piedra
me dormiré en la almohada
mullida de tu pecho, y soñaré
como sueña el grano en el barbecho
como sueña en el agua el pez
la copa está llena y rebosa
del agua de tus labios ¡ Déjame beber !...