Me dices:¿donde está Dios, no lo veo?;
mira a tu derredor tanta hermosura,
el sol que alumbra y la vida procura,
y todo el universo en su apogeo.
Herencia de su divino deseo,
y al hombre a semejanza su criatura
la fértil Tierra y toda su natura,
le dio para vivir y su recreo.
¡Cuidemos la Tierra!, pues solo hay una,
sagrado solar en el cual vivimos,
siendo del hombre su mayor fortuna.
De la mano de Dios la recibimos
-para habitar sin condición alguna-
y por su gran regalo bendecimos.