Nunca nadie supo lo que ella escondía bajo su velo,
Domingo en la mañana la primer misa católica a punto de empezar,
Allí la encuentras en su banca usual,
Siempre la primera ala izquierda,
Allí sentada antes de que todos lleguen,
Hincada invocando todos los santos,
Ella reza, insistiendo que su penitencia salvara a todos los demás,
Nunca nadie supo lo que ella escondía bajo su velo,
Los otros fieles empiezan a llegar,
El sacerdote en el pulpito abre la misa con una oración,
Ella repite la oración con todo fervor,
Hay quienes dicen que ella rezo el primer día que hablo,
Atiende tres misas por día,
Siempre rezando por los pecados de otros,
Y olvidando los de ella,
Nunca nadie supo lo que ella escondía bajo su velo,
Solo Dios lo sabía, ahora descansa en la eterna paz del Señor………..
**©Henet**