Cadenas que se hacen hilos
rotos. Astillas de esclavitud asceta.
Zarpas y músculos extendidos
en el tuétano de las tinieblas.
Ronroneo mórbido aireado
entre pinceladas de máscaras
sin esencia.
Rugido obsceno que se cierne
sobre la carne, que la desgarra.
Templo hecho retazos y pulpa sin cuerpo.
Octavio Márquez