Luis E. Calderon Romero

Lluvia en el alma.

Se acorta el dia.

Nubes tristes amontona la distancia.

Llegó el viento frío y aullador.

 

El sol se apagó en mi corazón.

 

La ráfaga húmeda y violenta

arrebata las hojas a los árboles,

hiende las ramas y destroza nidos.

 

Mi margarita se deshoja con dolor.

 

Retumba el trueno y por un instante

el brillo cegador de una centella

ioniza el aire con su luz de nervios.

 

Estalla mi cerebro y galopa el corazón.

 

Las gotas se unen en la tarde

lava el ambiente y vienen los torrentes

cargados de detritus y temor.

 

Y lloran mis entrañas.

 

Cesó la tempestad.-Aire es aroma.

La arboleda se ve recién nacida

y en la tarde, el barrio estrena aceras.

 

Sigo con mi dolor.