Vienes a mí,
te acercas tan cual cauteloso eres
y te anuncias, como solo tu sabes hacerlo
no turbas mi sueño,
pareces un canto milagroso
con cada una de las frases que susurras a mi oido.
Vienes a mí,
sin temblar,
y sin vacilar.
y hoy al mirarnos, la atracción que tenemos,
hace que olvidemos todo, la vida y muerte.
Y en mi vida, tu penetras y te siento,
te siento tan cerca de mi propio pensamiento,
y traes calma, a tu tan profunda posesión hoy mi.
Y aun hoy, me pregunto, le pregunto al misterio,
si somos dos reflejos de un mismo ser,
si acaso somos la reencarnación de un alma duplicada...