El último tren de nuestras vidas
Pasiones que son amores
amores que son heridas
y recuerdos y dolores
que vagan por nuestras vidas.
Quien a mí me lo diría,
que en un cruce sin crucero
dentro del tren te vería
sin que este un apeadero.
Y miré tus verdes ojos,
que rehuyeron mi mirada,
quizás te causé sonrojos
o te puse alborotada.
Nunca se sabrá si fue,
casualidad o el destino,
no sé si el tren que monté
fue último en nuestro camino.
Solo sé que subí raudo,
pues quería estar contigo
y firmar un feliz laudo
donde el amor sea abrigo.
Y seguir aquella estrella
en la bóveda del cielo
que alumbre mis noches bellas
mientras levantamos vuelo.
A tu lado todo es mágico:
albeo, blanco e impoluto
¡Adiós a mi versar trágico
quizás lo escribiera en luto!
Veo esa silueta rubia
y ese pelo ensortijado
y me siento cual alubia
del potaje enamorado.
Llegó la hora... es mi momento:
¡Ahora o nunca o tú o ninguna!
No hay pena ni habrá lamento
me proteje el Sol y la Luna
y ésta vida que me llama,
donde me tienes atado...
con el corazón en flama
a tu pecho entrelazado.
Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez
04 - 09 - 2018