Por mucho tiempo viví en mi mente,
pero viví rodeado de tinieblas;
y como vivía rodeado de mis nieblas
vivía separado de la gente.
Pensaba que el mundo me buscaba
para tragarme de inmediato;
cual caracol en mi mente me ocultaba,
hoy, a mis sesenta, me delato.
Que sufrí el temor de la ignorancia,
pues no sabía que el saber nos liberaba,
pero seguí luchando en mi constancia,
una lucha a muerte que libraba.
Hoy a mis sesenta y antes de eso,
a Jehová del cielo le doy gracias,
que con su sabiduría me dio un beso,
y en cristo Jesús, grandes ganancias.
Hoy, con mas razón vivo en mi mente,
en la cual cultivo un paraíso.
¡Bendito Dios,que así lo quiso,
que por cristo Jesús... fue muy clemente!
Autor Bernardo Arzate Benítez.