Por ti me he emocionado en esta tarde,
con la brisa, con yodo, sol y sal,
con hojas de palmera en tus pestañas
y en tu pelo, las algas y el coral.
En tus uñas, conchas de madreperla,
en tu boca, perlas sin perforar,
en tu abdomen, la curva de las olas
y en tu ombligo, un dátil de la mar.
Hierve la sangre al contemplarte plena,
trazo un futuro marino en la pleamar,
vibran tus senos, montículos de arena,
que quiero con mis manos desgranar.
Quiero beber canela entre tus muslos,
hincarme todo en tu cuerpo junto al mar,
tallar sobre la arena tu silueta
y en sus recodos, sólo yodo y sólo sal.