cae una lagrima roja lentamente,
deslizandose por una tersa piel,
cae rompiendo en llanto,
al ensangrentado lobo rojo,
aullando en plena puesta de sol,
cae sobre las montañas,
y manantiales de nuestra tierra,
cae el silencio en la tierra,
quebrando a los dominicos,
miserables ladrones encorbatados,
corren a sus casas tan aterrados,
mientras el silencio se aproxima,
como un arcangel cazando,
a un pequeño demonio,
caen los ladrones de vidas,
mientras se levanta,
se levanta...el hermano miserable,
en un campo de nubes,
cae el principe oscuro en su cama,
cansado como una gota cae los ojos humanos.